Las matemáticas pueden dar por ganador a VERSTAPPEN  este fin de semana en Arabia Saudí, pero todo depende de un escenario remoto (debería sacarle 18 puntos más a Hamilton) en el que la probabilidad simplemente da una mínima esperanza. El Mundial afronta un doblete en el Golfo Pérsico que beneficia al rendimiento de Mercedes, con Red Bull condicionado además por la carga aerodinámica que favorece al pilotaje en Yeda y Yas Marina debido a su problema con el alerón trasero junto a este tipo de configuración. Por si fuera poco, la escudería energética llega con unas prestaciones en la unidad de potencia del neerlandés, que incrementan la desventaja con los de Brackley.

A pesar de que los de Milton Keynes han realizado a lo largo de la temporada una rotación de motores y los antecedentes le dan un voto de confianza a la fiabilidad del propulsor japonés, la última unidad de potencia homologada por Honda se montó en Sochi y eso quiere decir que desde que Max estrenó el último motor hasta la cita de Yeda, entre medias se han disputado ocho grandes premios que equivalen a un lastre aproximado de 3.000 kilómetros en este elemento. ¿Merece entonces la pena una penalización de cinco posiciones por ganar rendimiento? Desde Japón están convencidos de que es el camino a seguir para las dos últimas citas del año, mientras que en Red Bull rechazan por completo esta decisión a estas alturas de la temporada.

La ventaja de Verstappen frente a Hamilton es mínima, tan solo hay ocho puntos de diferencia entre ambos y montar el quinto motor de combustión supondría complicarse la vida en su lucha con el británico en un escenario donde el heptacampeón parte como favorito. Al mismo tiempo, este contexto podría llevar implícito el hecho de volver a perder unos puntos muy necesarios para el neerlandés teniendo en cuenta la coyuntura con la que afronta la recta final del año, y aunque es cierto que un cero por rotura de motor sería mucho más doloroso y prácticamente determinante en esta guerra abierta, Helmut Marko no se muestra preocupado por su posición, siendo sabedor incluso del cambio de motor que realizó Mercedes en Brasil: “La degradación de ese motor es alta. Ese ‘cohete’ no tendrá tanta potencia en las próximas carreras como en Interlagos”.

Entonces el cambió de motor benefició a un Hamilton que fue capaz de recuperar un total de 24 posiciones  durante un gran premio que contó con el formato al esprint, hasta conseguir la victoria. Sin embargo, el trazado brasileño presentaba unas características que distan mucho de lo que se espera del circuito de Yeda. Las opciones de adelantar en esta pista son escasas y recuperar las cinco posiciones de penalización a las que se enfrentaría Verstappen resultaría mucho más complejo. Por lo tanto, después de una temporada donde ambas escuderías lo han puesto todo sobre el asfalto para llevarse el Mundial de 2021, ahora solo les queda confiar y esperar a eso de ‘que gane el mejor’. La partida está a punto de terminar y Red Bull se la va a jugar hasta el final.